El coronavirus llegó en un momento de tensión social, en que la confianza en gobernantes e instituciones se encuentra fuertemente resquebrajada. Presenciamos también una incapacidad de diálogo entre el Gobierno y la oposición, que ha quedado de manifiesto en las dificultades para diseñar las mejores ayudas para la población.
Paralelamente el sistema de salud se ha saturado, el desempleo y la pobreza se elevarán a cifras nunca vistas desde los años 80’. Las ollas comunes resurgen al amparo de muchas organizaciones como respuesta espontánea a las necesidades más urgentes, mientras que el narcotráfico ha comenzado a instalar la “narcobeneficencia” aprovechando sus redes territoriales.
La dramática hora que vive Chile exige respuestas coordinadas, generosas, inteligentes y urgentes. Llegará el momento de acordar democráticamente el Chile que queremos construir después de la crisis, por ahora enfrentamos miseria, hambre y muerte, por ello necesitamos acciones para contener esta crisis humanitaria. Necesitamos acuerdos con contenido, en los que respetemos nuestras diversidades y diferencias y que resalten lo esencial que aún nos queda como país. Por ello invitamos a:
Organizar la solidaridad. Debemos hacer un generoso esfuerzo, para entre todas y todos hacer frente a la miseria, desde los principios de la solidaridad, la comunidad, la colaboración y la cooperación. Hemos sido testigos de cómo en nuestro país, en medio de innumerables crisis, terremotos, tsunamis, aluviones e incendios, ha surgido la solidaridad espontánea de la comunidad. Por ello, nos ponemos a disposición para trabajar en la formación de redes comunitarias de apoyo, para que en conjunto organicemos la solidaridad a lo largo de todo el territorio nacional. Así como en la acción urgente de recolectar y distribuir alimentos y bienes de primera necesidad. Es fundamental que productores y comercializadores de todos los tamaños en conjunto con las organizaciones de la sociedad civil y los gobiernos locales trabajen junto a vecinos y vecinas para asegurar el acceso a alimentación actual y futura.
Cuidarnos entre todas y todos. Los esfuerzos de colaboración para hacer frente a la crisis deben seguir los más estrictos protocolos de sanidad y resguardo en la propagación del virus. Las buenas intenciones se pueden transformar en una amenaza, si no existe una solidaridad organizada y protegida. Se debe garantizar el constante cuidado colectivo, asegurando los elementos de protección personal y todas las medidas sanitarias para sostener las acciones de respuesta social que la crisis amerite.
Fortalecer la estrategia de prevención individual y comunitaria frente a esta pandemia. El distanciamiento físico y el lavado frecuente de manos son las conductas más efectivas para detener la propagación de los contagios. Pero para asegurar su cumplimiento se requiere que el Estado garantice la subsistencia económica y las condiciones de salubridad de quienes no pueden satisfacerlas sin salir de sus hogares, y así permitir que la población pueda cuidarse y realizar las cuarentenas. Al mismo tiempo que se debe intensificar la estrategia activa de testeo, detección y aislamiento de los casos positivos.
Humanizar la crisis. El hambre no se reprime. Nadie que lo está pasando bien sale a protestar. Se trata de desesperación y ante eso debemos actuar con responsabilidad y humanidad, diciendo con firmeza NO a la represión y exigiendo levantar las querellas interpuestas y las medidas cautelares contra manifestantes.
Contener y proteger la economía de las familias. El Estado ha ralentizado justificadamente la actividad económica por motivos sanitarios. Pero ante la imposibilidad de lograr el sustento diario de millones de hogares, es el mismo Estado el que debe garantizar los bienes y servicios básicos para poder cumplir las restricciones propias de la pandemia. Sabemos que en Chile hay fondos y capacidad de endeudamiento fiscal. Ante el desafiante escenario que tenemos como sociedad, debemos actuar buscando las mejores soluciones con prudencia sanitaria y audacia fiscal. Nadie en Chile puede caer en situaciones de hambre y desamparo. Con nuestro nivel de desarrollo ello es inaceptable.
Valorar nuestras diferencias y experiencias territoriales: Contamos con una diversidad de paisajes y territorios que son fuente de profundo valor y riqueza, que nos dota de experiencia y saberes variados y plurales. Nuestra complejidad y diferencias forman nuestro complemento, y son fuentes de profundo valor para el diálogo, la colaboración y el trabajo mancomunado. Y es justamente en los territorios donde esa extraordinaria diversidad de experiencias solidarias y colaborativas se despliegan, se conjugan y nos muestran que el trabajo colaborativo más amplio entrega mejores soluciones.
Trazar una ruta de acción para atravesar la crisis en conjunto: En este escenario lleno de angustia e incertidumbre es necesario construir y proponer colaborativamente un camino que fije un horizonte más allá de la urgente tarea de aplanar la curva. Una trayectoria que les entregue certezas a las clases medias y los sectores populares, marginados y vulnerables. Para ello, llamamos a una articulación amplia y generosa del mundo social, político y económico, y especialmente a la ciudadanía, a mostrar su voluntad, compromiso y liderazgo para que juntas y juntos atravesemos esta pandemia.
¿Cómo le explicaremos a las generaciones futuras que caímos víctimas de nuestro propio recelo? Que cuando era indiscutible nuestra necesidad de colaboración optamos por la desconfianza. Precisamente porque no es fácil, y es lo que exigen las circunstancias, es que debemos reconocernos, escucharnos y dejar de lado las diferencias para actuar en conjunto. Mañana será demasiado tarde y terminarán sufriendo las consecuencias de nuestra falta de cooperación las grandes mayorías de Chile.
ADHIEREN
Comuna Alcaldía
01. Valparaíso Jorge Sharp
02. Arica Gerardo Espiándola
03. Quilicura Juan Carrasco
04. Iquique Mauricio Soria
05. La Pintana Claudia Pizarro
06. El Bosque Sadi Melo
07. Recoleta Daniel Jadue
08. Renca Claudio Castro
09. Cerro Navia Mauro Tamayo
10. Macul Gonzalo Montoya
11. Alto Hospicio Patricio Ferreira
12. Independencia Gonzalo Duran
13. La Cisterna Santiago Rebolledo
14. Coyhaique Alejandro Huala
15. Vallenar Cristian Tapia
16. La Ligua Rodrigo Sanchez
17. Vicuña Rafael Vera
18. Paillaco Ramona Reyez
19. Nancagua Eduardo Escanilla
20. Caldera Brunilda Gonzalez
21. Tierra Amarilla Mario Morales
22. Diego de Almagro Isaias Zavala
23. Charañal Raúl Salas
24. Andacollo Juan Carlos Alfaro
25. Tirua Adolfo Millabur
26. Renaico Juan Carlos Reinao
27. Huasco Rodrigo Loyola
28. Freirina Cesar Orellana
Puedes adherir a la declaración aquí
Organizar, cuidar, trazar, contener, humanizar, valorar, los verbos mejor conjugados en estos tiempos de pandemia.